“La educación actual”

“La educación actual”

     Desde el comienzo de la crisis, España ha sufrido una serie de recortes económicos que afectan a la calidad de vida de los ciudadanos. Estos recortes afectan a sectores como sanidad o educación, ha habido consecuencias negativas en el empleo, lo que hace más vulnerable a las familias trabajadoras, siendo las principales víctimas de este proceso.

       Debido al sistema de recortes los gobiernos autónomos se han visto obligadas a reducir drásticamente el número de profesores, generando un aumento de alumnos por aulas. La falta de profesorado ha generado clases con una media de 30 alumnos y una reducción del profesorado, lo que hace que la calidad de la enseñanza se vea afectada. Becas reducidas, sustituidas por el famoso sistema de préstamo de libros, que no es viable en bachillerato, apenas se permiten mantener el coste de la enseñanza, los libros y material escolar resultan muy caros. Obligando al profesorado a prescindir del material de enseñanza para ayudar y apoyar la imposibilidad de las familias para comprar el material requerido, generando una dificultad en la labor del profesorado.

        El gobierno con la finalidad de hacer ver a la sociedad que estos recortes no comprometen la enseñanza crea un nuevo sistema de educación “LOMCE”. Se trata de un sistema que desfavorece de forma generalizada la enseñanza de los más vulnerables, no garantiza una educación pública, supone un obstáculo para la promoción y titulación del alumnado, clasifica al alumno según sus competencias desviándolos de la oportunidad de igualdad ante un futuro laboral. Todo ello con la imposición de reválidas, que además de afectar a los alumnos cuestiona la competencia profesional de los profesores. Se realiza el recorte de un año en la enseñanza obligatoria secundaria, lo que expone a los jóvenes a abandonar los estudios a edades más tempranas (alrededor de los 15 años, poniendo en peligro su integridad de persona, generando exclusión social, promocionando el abandono escolar…).

      En conclusión, es necesario tener presente que este sistema puede acabar de una forma drástica con la enseñanza pública, generar discriminación entre los alumnos, imposibilitar la obtención de titulaciones e incluso el acceso a las universidades españolas. El recorte en educación afecta de forma directa al alumnado más vulnerable y sin recursos económicos. No garantiza la enseñanza pública y pone en riesgo el empleo presente y futuro de la sociedad.